Oppenheimer destacó por sus avances en la física y por liderar el Proyecto Manhattan por parte de Estados Unidos, para desarrollar la bomba atómica. Tras comprobar su poder destructivo, defendió el uso pacífico de la energía nuclear.
Robert Oppenheimer fue un físico teórico estadounidense y el llamado “padre de la bomba atómica”. Fue profesor en la Universidad de California, Berkeley, y es una de las figuras más influyentes en la historia de la física. Oppenheimer realizó contribuciones a la mecánica cuántica y la física nuclear, entre ellas su trabajo como director del Proyecto Manhattan. Con este plan Estados Unidos desarrolló las primeras armas nucleares de la historia en la Segunda Guerra Mundial.
Un físico en Los Álamos
Oppenheimer nació en 1904 en Nueva York y estudió en la Universidad de Harvard. En 1929 se doctoró en la Universidad de Gotinga, Alemania, donde estudió mecánica cuántica con el futuro nobel Max Born. Después fue profesor en el Instituto Tecnológico de California, antes de ocupar un puesto docente en la Universidad de California, Berkeley. Durante este tiempo, Oppenheimer trabajó en algunos de los problemas y teorías más complejos de la física, que dieron lugar a importantes avances en física nuclear, como sus trabajos sobre estrellas de neutrones, agujeros negros y rayos cósmicos. Ya en los años treinta, el ascenso del nazismo en Alemania despertó el interés de Oppenheimer por la política y los asuntos internacionales. Ayudó a científicos a huir del régimen, reunió fondos para la causa republicana en la guerra civil española, y la muerte de su padre en 1937 le dejó una herencia con la que al principio financió actividades antifascistas y causas progresistas en Estados Unidos. Para entonces, el FBI ya le hacía seguimientos por su relación con miembros del Partido Comunista estadounidense.
Sin embargo, de cara a entrar en la Segunda Guerra Mundial en 1941, Estados Unidos buscaba desarrollar la bomba atómica ante las advertencias de que Alemania hacía lo propio. Para ese plan, conocido como Proyecto Manhattan, el presidente Franklin D. Roosevelt nombró a Oppenheimer como director científico en 1942. Oppenheimer reunió a científicos e ingenieros para desarrollar la bomba atómica. El equipo construyó el primer reactor nuclear del mundo en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, Nuevo México, y diseñó los explosivos necesarios para una bomba de este tipo. La primera prueba, llamada Trinity, se llevó a cabo en julio de 1945 bajo la presidencia de Harry Truman. La detonación exitosa llevó a desarrollar dos nuevas bombas atómicas que Estados Unidos lanzó en agosto sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki para terminar la guerra.
Oppenheimer, de “destructor de mundos” a activista anti bombas nucleares
Años después, Oppenheimer declaró que tras detonar Trinity pensó en unas palabras del Bhagavad-gītā, texto sagrado hindú que le había interesado: “Me he convertido en la muerte, el destructor de mundos”. Ese pensamiento marcó su vida posterior. A Oppenheimer le preocupó el poder destructivo de las armas atómicas y dejó Los Álamos. En 1947 fue nombrado director del Instituto de Estudios Avanzados en Princeton y presidente del Consejo Asesor General de la nueva Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos. Defendió el control de armamentos, abogó por el uso pacífico de la tecnología nuclear y propuso sin éxito que las potencias mundiales renunciaran a estas armas. Todo ello le valió la persecución del macartismo al inicio de la Guerra Fría. Oppenheimer testificó ante el Congreso sobre los peligros de las armas nucleares, se opuso a la bomba de hidrógeno y criticó la política exterior estadounidense al respecto.
Las polémicas llevaron a que en la Administración de Dwight Eisenhower se cuestionara la lealtad de Oppenheimer a Estados Unidos. La Comisión de Energía Atómica finalmente le revocó en 1953 la credencial de seguridad, con la que podía acceder a información privilegiada. En los años siguientes, Oppenheimer redujo su actividad de investigación, publicó libros recopilatorios de su trabajo y dio charlas en Europa y Japón. Frente al descrédito, el presidente John F. Kennedy le otorgó en 1963 el prestigioso Premio Enrico Fermi por su trayectoria y contribuciones científicas, que se sumó a otras distinciones nacionales e internacionales.
Oppenheimer murió en 1967 a causa de un cáncer de garganta. Desde entonces ha sido reconocido póstumamente por sus aportes a la ciencia, la tecnología y la seguridad nacional. Su figura también ha surgido en el mundo de la cultura. El actor Cilian Murphy le da vida en la película nombrada con su apellido y dirigida por Christopher Nolan, sobre su papel clave en el desarrollo de la bomba atómica.