Después de cuatro semanas liderando la taquilla en los Estados Unidos y recabando más de 1 200 millones de dólares a nivel mundial, la “Barbie” de Greta Gerwig ha dejado una importante huella en esta temporada de verano boreal.
Como señalé en una entrega anterior para este blog, se trata de un enorme éxito comercial de la marca que habría invertido una cifra de 145 millones de dólares para su realización. A ello, hay que agregar que Mattel sigue aprovechando el oleaje que se ha generado para lanzar algunos de sus productos asociados al filme, es el caso de la “Barbie rarita” (Weird Barbie) que se ha promocionado para su venta en línea a un costo de 50 dólares y una futura entrega a partir de mayo de 2024. Pero también, según se especifica en la web de la marca, se anuncian los próximos lanzamientos de los personajes de la película entre los que figura Ken en dos tipos de outfit: con el traje de motociclista y con la versión del urban cowboy. En total serán seis versiones adicionales de Barbie y Ken inspirados en la película, además de una versión del automóvil Corvette que también aparece en la misma.
Tal dinamismo comercial supone una perspectiva distinta para los ejecutivos reales de la marca, quienes, desde mi punto de vista, habrían realizado una lectura de la realidad y tomado una decisión sobre cómo relanzar sus productos en ese contexto. Aunque no se haya deseado en sus orígenes, Barbie representó durante un buen tiempo el estereotipo de mujer deseada por un mundo varonil hegemónico, algo que apreciamos en la película cuando el sistema se percibe amenazado con la toma de conciencia de la protagonista y decide conocer el mundo real. Un agente del FBI es quien hace sonar las alarmas y avisa a la corporación, representada enteramente por ejecutivos varones uno más tonto que el otro, para tratar de hacerla ingresar nuevamente a la caja, sujetarla y devolverla a Barbieland.
Otro aspecto interesante de la película son los papeles de Gloria (América Ferrera) y Sasha (Ariana Greenblatt), madre e hija, que jugaron cada una con la muñeca en sus tiempos. Mientras que la primera tiene un recuerdo nostálgico, la segunda le tiene un odio visceral y la responsabiliza de todo lo malo que les ocurre a las mujeres hoy en día. Además, la madre trabaja en la corporación y la hija no entiende cómo es que contribuye con su trabajo a la vigencia del patriarcado. Pero la aparición de Barbie en la vida de ellas no solo revela lo ya mencionado, sino que también se torna en una oportunidad de reconciliación entre las dos mujeres de dos generaciones distintas. Cuando Gloria decide ayudarla a recuperar su mundo que le ha sido arrebatado por Ken, hace gala de un discurso que genera la admiración de su hija, quien además se vuelve su socia en la lucha. (Discurso completo aquí: https://cutt.ly/Dwh9Db4M)
Aquel discurso quizás sea el acto político mayor del filme, y el manifiesto a través del cual la marca quiere que su producto se reencuentre con las preocupaciones actuales de las mujeres, que hoy siguen en la lucha contra el patriarcado. Y… ¿cuál es ese patriarcado?, pues vale la pena mencionarlo a partir de dos ideas de aquel discurso: “es literalmente imposible ser mujer” y “no solo lo estás haciendo todo mal, sino que además todo es culpa tuya”.
Finalmente, y no menos importante al término de la película es el lugar en el que queda Ken. Puede parecernos un ser derrotado en todas sus variantes mostradas, pero hay frases y escenas que nos revelan también otra apuesta de la directora, y por ende de la marca, la de repensar y resignificar la masculinidad, pues Barbie invita a Ken a buscar su propia identidad. ¿Cuántos varones se ven sometidos a esta idea del “macho” que deben tener por pareja a una mujer como Barbie, con un cuerpo escultural para ambos y, además, proveerle su material mundo soñado? ¿Cuántas frustraciones y decepciones puede generar ello entre los varones cuando no se alcanza esa meta que se les impone? Algunos autores le han denominado a esta idea de la película “Kenpatía” y quizás por ello es que se han desatado las furias de muchos críticos ultra conservadores, para quienes esta película y los mensajes que transmiten ha alentado incluso el llamado a una “quema de muñecas” como lo ha hecho el comentarista político Ben Schapiro (https://cutt.ly/kwh9Jxd3).
Como muchas cosas en la vida, el paso del tiempo nos permitirá conocer los logros que alcanzó la marca y el hito que nos deja una película como esta en la cultura popular.
Oscar Sánchez Benavides